Wilson Pickett: El alma de la música soul

La música soul, un género que nació en Estados Unidos en los años 50, se ha convertido en un fenómeno global gracias a grandes artistas que nos han regalado canciones inolvidables. Uno de los más importantes es sin duda Wilson Pickett, cuya energía y voz potente han dejado huella en la historia de la música. En este post hablaremos sobre su vida como artista, su estilo musical, sus mejores canciones y conciertos.

Wilson Pickett nació en Alabama en 1941 y comenzó su carrera musical a mediados de los años 50 con el grupo The Falcons. Sin embargo, su verdadero éxito llegó en los 60 como solista con canciones como In the Midnight Hour, Land of 1000 Dances y Mustang Sally. Pickett fue uno de los principales exponentes del soul y combinó elementos de este género con el rock, el blues y el funk.

En cuanto a sus discos, su obra más conocida es The Exciting Wilson Pickett lanzada en 1966 que incluye algunas de sus canciones más destacadas. Además, In the Midnight Hour y Land of 1000 Dances se han convertido en clásicos del soul y han sido versionadas por numerosos artistas a lo largo de los años.

Si bien el éxito de Pickett fue innegable, su personalidad difícil y la adicción a las drogas que sufrió en parte de su carrera, lo llevaron a tener algunos enfrentamientos con otros músicos y a tener problemas legales. No obstante, su legado sigue siendo importante en la música y se le considera uno de los grandes de la época dorada del soul.

En cuanto a sus conciertos, se dice que Pickett era un animal sobre el escenario y su energía se transmitía a todo el público. Uno de sus más memorables conciertos fue en 1968 en la serie de conciertos llamados Soul to Soul en Ghana, donde compartió escenario con otros grandes artistas como Ike & Tina Turner y Santana.

Wilson Pickett es sin duda un referente obligatorio de la música soul. Su estilo único y su potente voz han dejado huella en la historia de la música. Si no has escuchado su música antes, te invitamos a hacerlo y a disfrutar de su legado. Porque, como dijo el propio Pickett: No te da vergüenza, no te da vergüenza, no te da vergüenza, te sientes bien.