El vórtice multicolor del Balkan Folk

En el sudeste del continente europeo existen formas musicales que transforman el legado cultural de siglos en melodías autóctonas que reflejan la identidad de los pueblos que han recibido la influencia árabe, rusa y mediterránea resumida en una combinación casi imposible: el balkan folk. Este tipo de música es poco conocida en el resto del mundo pero son una muestra de la riqueza artística de los países que conforman el sudeste europeo y delimitan la frontera con el Medio Oriente. De cierta manera el balkan folk es una música fronteriza que sirve como punto de encuentro entre la estructurada pasión de Occidente y la multisensorialidad mística de los territorios orientales. El balkan folk es música nómada y viajera que recorre esa mitad de Europa que no siempre es tomada en debida cuenta por sus aportes artísticos culturales (países como Albania, Romania, Serbia, Turquía son reconocidas como cunas del balkan folk o, para usar una metáfora mucho más precisa, los puntos de descanso para sus caravanas errantes).

En la antigüedad los griegos defendían que los aspectos del hombre se debatían entre los atributos de dioses como Apolo (el orden, la estructura, el sol, las bellas artes) y Dionisos (la embriaguez, el teatro, la oscuridad del bosque). El mundo occidental, por lo general, asienta sus bases sobre principios apolíneos y la necesidad de poner al margen las tentaciones dionisiacas que motivan al cuerpo por encima de sus límites; por eso, de cierta manera la psicodelia del balkan folk nos recuerda precisamente a la presencia de esos principios de descontrol y carnalidad que también pueden estar presentes en la música ya sea en forma de ritmos gitanos, guitarras incesantes, violines descontrolados o en bailes grupales multitudinarios al son de un acordeón. El balkan folk le recuerda a Occidente que la música no solo existe para deleites sublimes apreciados en silencio gracias a un oído atento, sino también para la celebración de la vida en la exaltación del cuerpo.

Contrario a lo que muchos creerían el balkan folk no suena anticuado o demasiado regional. Actualmente muchos artistas del sudeste europeo incorporan elementos de la música electrónica y el hip-hop en sus composiciones. Para quienes desconocen el balkan folk algunos artistas representativos que funcionan como abreboca para apreciar por primera vez parte de este estilo son los siguientes: Amza & Cita, Amza Tairov, Fahri Gashi & Xhedvet. Sin embargo, culturalmente este tipo de música es mejor apreciada en el contexto de interpretaciones independientes propias de los lugares donde el balkan folk extiende su popularidad.